El ascenso del poder militar de China es evidente, pero no es tiempo para entrar en pánico… aún. Así lo recomienda la última edición de Foreign Policy, en la cual se analizan los principales mitos y verdades acerca del creciente poder militar chino.
Entre los temores que surgen alrededor del desarrollo de la defensa china, algunos comentarios apuntan a la amenaza que puede significar el creciente poder de la maquinaria militar de dicho país. La realidad indica que, si bien es una potencia en ascenso, en el corto plazo no puede disputarle la hegemonía a Estados Unidos, en el nivel internacional. El plano regional es un tema aparte, ya que cuenta con capacidad para ejercer su influencia en el Asia – Pacífico. Tanto las bases navales en la isla Hainan –reveladas por imágenes satelitales dos años atrás-, el establecimiento de una cuarta fuerza de tarea conjunta -los conocidos Task Force-, como los niveles de gasto en materia de defensa –cifras que aunque superan al resto de sus vecinos van estabilizándose- se suman a la gran cantidad de efectivos con que cuentan las fuerzas armadas chinas. Datos como los recién mencionados incrementar temor en gran cantidad de analistas y políticos, pero las respuestas del otro lado del mundo hace referencia a la búsqueda de paz entre las naciones. Tanto los discursos de Hu Jintao como las explicaciones de su portavoz Li Zhaoxing expresan una China armoniosa, que busca su ascenso pacífico; defendiendo el desarrollo castrense bajo el pretexto de proteger su soberanía e integridad territorial.
Relación con Taiwán: El posicionamiento de SRBM y MRBM frente a las costas taiwanesas viene preocupando bastante a la isla rebelde. Este tipo de misiles de corto y medio rango incrementan el pánico entre las autoridades taiwanesas, aumentando las rispideces entre China continental y China insular. Y los niveles de tensión parecen no bajar en el corto plazo si Estados Unidos continúa abasteciendo de Blackhawks y misiles Patriot a Taiwán, inquietando a Jintao y compañía.
India y Japón también han manifestado preocupación ante un artículo del analista Li Qiulin, que expresaba la capacidad para proyectar no solo poder sino fuerza militar en el escenario asiático. Sin embargo, los norteamericanos no deberían preocuparse, su capacidad militar continúa siendo, por mucho, la primus inter pares ante cualquier Estado por más rising que éste sea. Pese a los inconvenientes que puedan significar Afganistán o Irak, el poderío de la nación se mantiene vigente.
En cuanto al número de efectivos con que cuenta China, hay que destacar que, sólo en referencia al personal militar activo, son las fuerzas armadas más importantes, con 2,2 millones de personas. Pero a diferencia del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, esta dimensión no incluye empleados civiles, técnicos y contratistas, que se suman al 1,7 millones de miembros del servicio activo. Al no haber una división del trabajo al interior del sector castrense chino, queda entendido que sus soldados deben hacer todas las tareas que podría realizar gente más calificada, y esta cifra no significa mayor capacidad por parte de las fuerzas armadas de China. Si consideramos la política del hijo único, es probable que dentro de algunas generaciones la densidad poblacional del ejército chino sea menor.
Los cambios que desde principios de los noventa han reformado la doctrina militar han permitido la adquisición de nuevas tecnologías –extranjeras y superiores- así como, otro tipo de entrenamiento, y sistemas de comando y control más actualizados. Los incrementos en el gasto militar –segundo puesto mundial entre los mayores inversores para la Defensa- no alcanzan ni por casualidad a las cifras de la superpotencia, aunque si han causado preocupación entre sus vecinos asiáticos y demás potencias extra continentales.
Al interior de la nación, el temor reside en que las fuerzas sean utilizadas para mantener orden a nivel orden interno. Lo cierto es que, a partir del incidente de Tiananmen del año 1898, el People´s Armed Police reemplazó al People´s Liberation Army en cuanto a la regulación y mantenimiento de control doméstico, con lo cual el desarrollo militar chino no responde a intereses que podrían ser catalogados como represivos al interior de su propio territorio.
Retomando la cuestión de Taiwán, el objetivo primordial del desarrollo militar se debe no a prepararse para emprender una invasión en la isla taiwanesa, sino a la reforma misma del aparato militar. De esta manera, se lo entrena y capacita para proteger los intereses y la integridad territorial de China, más aún en esta etapa de expansión. Contar con un gran poder militar es un requisito indispensable para toda potencia que busque desarrollarse y salvaguardar su soberanía en el plano internacional.
Si bien es muy temprano para hablar de los objetivos militares a nivel internacional, lo cierto es que busca operar –en el largo plazo- de modo global. Las aspiraciones off shore que pueda desarrollar la Republica China no son claras en este momento de ascenso, pero a medida que ejerza su poder de manera efectiva se visualizará mejor la proyección de su poder.
Fuente:
“Think Again: China´s Military”, Foreign Policy, March-April 2010.
“La apoteosis china del nacionalismo y el soberanismo”, 13/03/10: http://www.cope.es/mundo/13-03-10--apoteosis-china-nacionalismo-soberanismo-147428-1
“China ralentiza el aumento de su presupuesto militar”, El País, 4/04/10: http://www.elpais.com/articulo/internacional/China/ralentiza/aumento/presupuesto/militar/elpepuint/20100304elpepuint_7/Tes “Meeting Taiwan´s self defense needs”, Eurasia Review, 27/02/2010:
http://www.eurasiareview.com/2010/02/32037-meeting-taiwans-self-defense.html
Entre los temores que surgen alrededor del desarrollo de la defensa china, algunos comentarios apuntan a la amenaza que puede significar el creciente poder de la maquinaria militar de dicho país. La realidad indica que, si bien es una potencia en ascenso, en el corto plazo no puede disputarle la hegemonía a Estados Unidos, en el nivel internacional. El plano regional es un tema aparte, ya que cuenta con capacidad para ejercer su influencia en el Asia – Pacífico. Tanto las bases navales en la isla Hainan –reveladas por imágenes satelitales dos años atrás-, el establecimiento de una cuarta fuerza de tarea conjunta -los conocidos Task Force-, como los niveles de gasto en materia de defensa –cifras que aunque superan al resto de sus vecinos van estabilizándose- se suman a la gran cantidad de efectivos con que cuentan las fuerzas armadas chinas. Datos como los recién mencionados incrementar temor en gran cantidad de analistas y políticos, pero las respuestas del otro lado del mundo hace referencia a la búsqueda de paz entre las naciones. Tanto los discursos de Hu Jintao como las explicaciones de su portavoz Li Zhaoxing expresan una China armoniosa, que busca su ascenso pacífico; defendiendo el desarrollo castrense bajo el pretexto de proteger su soberanía e integridad territorial.
Relación con Taiwán: El posicionamiento de SRBM y MRBM frente a las costas taiwanesas viene preocupando bastante a la isla rebelde. Este tipo de misiles de corto y medio rango incrementan el pánico entre las autoridades taiwanesas, aumentando las rispideces entre China continental y China insular. Y los niveles de tensión parecen no bajar en el corto plazo si Estados Unidos continúa abasteciendo de Blackhawks y misiles Patriot a Taiwán, inquietando a Jintao y compañía.
India y Japón también han manifestado preocupación ante un artículo del analista Li Qiulin, que expresaba la capacidad para proyectar no solo poder sino fuerza militar en el escenario asiático. Sin embargo, los norteamericanos no deberían preocuparse, su capacidad militar continúa siendo, por mucho, la primus inter pares ante cualquier Estado por más rising que éste sea. Pese a los inconvenientes que puedan significar Afganistán o Irak, el poderío de la nación se mantiene vigente.
En cuanto al número de efectivos con que cuenta China, hay que destacar que, sólo en referencia al personal militar activo, son las fuerzas armadas más importantes, con 2,2 millones de personas. Pero a diferencia del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, esta dimensión no incluye empleados civiles, técnicos y contratistas, que se suman al 1,7 millones de miembros del servicio activo. Al no haber una división del trabajo al interior del sector castrense chino, queda entendido que sus soldados deben hacer todas las tareas que podría realizar gente más calificada, y esta cifra no significa mayor capacidad por parte de las fuerzas armadas de China. Si consideramos la política del hijo único, es probable que dentro de algunas generaciones la densidad poblacional del ejército chino sea menor.
Los cambios que desde principios de los noventa han reformado la doctrina militar han permitido la adquisición de nuevas tecnologías –extranjeras y superiores- así como, otro tipo de entrenamiento, y sistemas de comando y control más actualizados. Los incrementos en el gasto militar –segundo puesto mundial entre los mayores inversores para la Defensa- no alcanzan ni por casualidad a las cifras de la superpotencia, aunque si han causado preocupación entre sus vecinos asiáticos y demás potencias extra continentales.
Al interior de la nación, el temor reside en que las fuerzas sean utilizadas para mantener orden a nivel orden interno. Lo cierto es que, a partir del incidente de Tiananmen del año 1898, el People´s Armed Police reemplazó al People´s Liberation Army en cuanto a la regulación y mantenimiento de control doméstico, con lo cual el desarrollo militar chino no responde a intereses que podrían ser catalogados como represivos al interior de su propio territorio.
Retomando la cuestión de Taiwán, el objetivo primordial del desarrollo militar se debe no a prepararse para emprender una invasión en la isla taiwanesa, sino a la reforma misma del aparato militar. De esta manera, se lo entrena y capacita para proteger los intereses y la integridad territorial de China, más aún en esta etapa de expansión. Contar con un gran poder militar es un requisito indispensable para toda potencia que busque desarrollarse y salvaguardar su soberanía en el plano internacional.
Si bien es muy temprano para hablar de los objetivos militares a nivel internacional, lo cierto es que busca operar –en el largo plazo- de modo global. Las aspiraciones off shore que pueda desarrollar la Republica China no son claras en este momento de ascenso, pero a medida que ejerza su poder de manera efectiva se visualizará mejor la proyección de su poder.
Fuente:
“Think Again: China´s Military”, Foreign Policy, March-April 2010.
“La apoteosis china del nacionalismo y el soberanismo”, 13/03/10: http://www.cope.es/mundo/13-03-10--apoteosis-china-nacionalismo-soberanismo-147428-1
“China ralentiza el aumento de su presupuesto militar”, El País, 4/04/10: http://www.elpais.com/articulo/internacional/China/ralentiza/aumento/presupuesto/militar/elpepuint/20100304elpepuint_7/Tes “Meeting Taiwan´s self defense needs”, Eurasia Review, 27/02/2010:
http://www.eurasiareview.com/2010/02/32037-meeting-taiwans-self-defense.html
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