Como consecuencia de los ajustes del presupuesto brasilero asignado a la cartera de Defensa, se ha suspendido el Programa Nacional de Construcción de Submarinos (también conocido como ProSub), el cual es un proyecto que involucra tanto al desarrollo de las capacidades marítimas brasileras como francesas.
El ProSub ha quedado momentáneamente en stand by dado el recorte del 25% en la asignación de recursos a la Marina de Brasil -siendo que el año anterior esta fuerza había recibido unos 2.100 millones de reales-. De este modo, no sólo quedó afectada dicha Armada, sino también dos empresas involucradas en el proyecto bilateral: la francesa DCNS y la brasilera Odebrecht, a cargo de transferencia de tecnología y establecimiento de astilleros y base naval, respectivamente.
En tanto, autoridades explican que el programa continuará sin retrasos ni postergaciones, cuyas fechas de finalización se estiman entre los años 2015 y 2016.
Por otra parte, el gobierno de Rousseff se ha abocado a invertir más fondos en el Programa Espacial Brasilero, que tiene como objetivo desarrollar autonomía y capacidades suficientes como para operar con satélites propios.
Además de permitirle a Brasil un mejor el control del territorio soberano, el desarrollo de este tipo de elementos estratégicos puede asociarse de cierto modo al acuerdo de cooperación espacial entre Brasil y Estados Unidos, celebrado durante la visita de Barack Obama. Entre la decena de acuerdos que firmaron ambos mandatarios en materia de capacidades espaciales, se destaca la cooperación de ambas naciones en proyectos de explotación y uso pacífico del espacio exterior.